Durante nuestro primer tramo de carretera, las Dehesas nos abren el paso, deambulamos junto a la Cañada Real Trujillana, Vía por la que antiguos ganaderos viajaban a pie o a caballo hasta zonas mas frescas y verdes durante el verano y al igual que se marchaban al norte, volvían a sus tierras a primeros del invierno, donde quedaron esas ganaderías y pastores Trashumantes… ha cambiado todo tanto….
Estas dehesas que nos abren paso hacia un relieve distinto, mas abrupto y montañoso, esconden una inmensidad de fauna y vegetación inigualable, el perfecto equilibrio entre Hombre y Naturaleza jamás visto, todos los seres conviven y tienen una misión, conservar el bosque Mediterráneo.
Estas enormes encinas, alcornoques arbustos y pastos guardan los escondites de muchas y variadas especies que con un simple paseo podemos identificar. Cogujadas, tarabillas, trigueros, jilgueros, currucas y en el cielo podemos ver la silueta de rapaces como águilas calzadas, milanos, ratoneros además de grandes rapaces como el buitre leonado y el negro, que buscan su sustento diario en estas dehesas.
Poco a poco el relieve se va alterando y al fondo divisamos las sierras que delimitan a Monfragüe por su zona Norte, entrando desde Plasencia, El puerto de la Serrana y la sierra del Mingazo, de repente…… nos engulle un gran cortado entre estas dos sierras, la vegetación se espesa y la dehesa desaparece por completo.
Estamos en Monfragüe… Paraíso de las Aves y el Bosque Mediterráneo.
